A todo el aficionado al fútbol en el Principado que haya visto que en la primera jornada de Liga de Segunda B se le viene a la mente una cosa: Aquellos derbis entre el primer equipo rojiblanco y el conjunto carbayón, ya fuese en Primera o en Segunda. Aquellos trepidantes partidos llenos de tensión y emoción con el estadio lleno y con una nutrida representación de seguidores visitantes en una esquina de la grada. Echando la vista atrás, encontramos el último derbi oficial allá por el 2003
en el Nuevo Carlos Tartiere en Segunda División, el cual finalizó con un 2-1.
No solo tuvimos este tipo partidos en Liga durante el siglo XXI. En 2001, El Molinón vivió una de esas noches mágicas para el fútbol asturiano, una velada de Copa del Rey a partido único donde un jovencísimo David Villa se daba a conocer con un doblete. Aquel choque finalizó con un 4-2.
Rivalidades a parte, todo amante del balompié desea volver a ver algún día en la élite a estos dos históricos equipos. De momento el Sporting lo ha de intentar teniendo como base de plantilla a Mareo, el Real Oviedo presenta un ilusionante proyecto con jugadores que en total acumulan más de 500 partidos en la Liga BBVA.
Aunque no sean lo mismo, los enfrentamientos entre el filial gijonés y el equipo de la capital, también son claros ejemplos de la sana rivalidad existente entre ambas ciudades. El miércoles viviremos un Mareo un encuentro de Copa Federación entre los segundos equipos de los clubes que antaño veíamos en Segunda B y en el que seguro, habrá un ambiente de PRIMERA.
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