Crónica de una noche gris.
Tras un empate en el campo municipal de Barreiro, llegaba el Oviedo al Carlos Tartiere con la obligación de sacar los tres puntos.
El partido será difícil de olvidar,pero no precisamente por el fútbol que vimos los allí presentes.
Ponía Carlos Granero en liza a un once con algunos cambios, Alvaro Cuello entraba en la titularidad, llevando hasta la grada a Sergio Rodriguez, habitual en lo que va de liga.Los once elegidos eran Orlando, David,Pardo,Alvaro, David Alba; Iván Rubio, Salva Rivas, Annunziata, Susaeta, Eneko y Diego Cervero en punta.
Pero la novedad no estaba en el campo,sino en el banquillo,con Juan Steven,convocado por primera vez con el conjunto azul.
El mister carbayón tenía claro que no seria un partido fácil,el Racing llegaba segundo, un punto por arriba de los locales y en el mejor momento desde que comenzó la temporada.
El partido empezó como le gusta a la grada, dos acercamientos de Annunziata y Susaeta cuando tan solo iban 3 minutos de partido,salía el Oviedo fuerte, en un césped irregular, pero con una idea clara. El objetivo era ganar,fuese como fuese, los 3 puntos eran vitales.
En el minuto 15,Alvaro Cuello recuperaba un balón en la frontal y el Oviedo montaba una contra,que a la postre sería el primer y solitario tanto azul, tocaba Álvaro para Annunziata,que la ponía en el punto de penalti, Cervero tan sólo tenía que empujarla.
Estallaba la grada en ese momento,una afición entregada que veía como a su equipo le salían las cosas, el ansiado estilo que Granero buscaba desde la primera jornada parecía salir a la luz.
Además, el gol era obra de Diego Cervero,que había sido muy cuestionado estas semanas por su falta de olfato goleador.
Sacaba el Racing de centro y tan solo unos segundos después,Cervero,de nuevo, realizaba una dura entrada por detrás a un contrario, el árbitro no se lo pensaba dos veces y le señalaba el camino de los vestuarios, era roja directa.
Parecía que el Racing podría despertar,pero el Oviedo no se vino abajo como nos tiene acostumbrados,y siguió atacando,cerca estuvo de cambiar el marcador Eneko,pero el balón se fue a las nubes.El descanso estaba al llegar.
Pitaba el colegiado vasco y el Tartiere se llenaba de pitos, la afición muy molesta por la expulsión de Cervero y por las manos no pitadas en el área visitante ponía el punto de mira en el trio arbitral.
Se retiraban estos al vestuario y un energúmeno lanzaba un petardo relativamente cerca del colegiado,relativamente,repito.El colegiado asustado decidía suspender el partido, aunque el Granero y el mister del Racing estaban en contra.
La afición del Oviedo y también la visitante iban abandonando el estadio entre cánticos y protestas...pero no se iban a sus casar,sino que rodeaban la salida del parking subterráneo del Tartiere en espera del árbitro.Cerca de una hora de cánticos en la entrada hasta que Diego Cervero y Álvaro Cuello entre otros salían a hablar con la afición.
El capitán azul pedía dejar salir al Racing de Ferrol, y se disculpaba por lo ocurrido, la afición lo entendía, y entre aplausos y cánticos el autobús de los visitantes dejaba la Ería rumbo Galicia.
El árbitro salía minutos después escoltado por la Policía.
Una noche gris, y por culpa de una persona,todo el Oviedismo espera una sanción, que esperemos no sea muy dura...
Un Saludo
@tomypravia
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