El Sporting logra dos victorias consecutivas por primera vez esta temporada y se pone a un punto del Recreativo y dos del Deportivo al superar al Mirandés en un partido en el que los gijoneses marcaron tres goles en cinco minutos para al final acabar pidiendo la hora para evitar la igualada de los burgaleses.
Lo que estaba siendo un partido aburrido con mucha brega pero sin acierto se convirtió en una locura de goles, cuatro en 9 minutos que despertaron del letargo a los aficionados que hasta entonces se habían tenido que conformar con algunas internadas locales por las bandas.
El partido se desarrolló durante muchos minutos con el Sporting entrando bien por las bandas, especialmente por la derecha en la que Santi Jara y Alex Barrera superaban con facilidad a sus pares pero estas jugadas ni siquiera acababan en remates porque los delanteros incurrían en fuera de juego.
La primera acción de peligro fue un remate de cabeza de Scepovic que se estrelló en el larguero mientras que la réplica del Mirandés llegó en un remate lejano de Muneta que salí rozando el poste.
Apenas habían transcurrido 3 minutos cuando llegó el segundo calcado del primero pero por la otra banda con centro de Canella y cabezazo de Scepovic, quien dos minutos después marca el tercero al controlar un balón lanzado desde la defensa y chutar por bajo lejos del alcance de Dani Jiménez.
La celebración en las gradas la cortó Iván Agustín al rematar de cabeza al fondo de la portería rojiblanca una falta lanzada por Muneta y a la que no acertaron a despejar los centrales sportinguistas..
El Sporting tuvo las dos primeras ocasiones de la segunda parte en acciones individuales de Canella y Scepovic, en la primera el lateral llegó hasta el área regateando contrarios pero el balón su disparo fue flojo mientras que al del serbio respondió el portero con una buena parada.
Los gijoneses se empezaron a tomar las cosas con calma hasta el punto que le cuesta una tarjeta a Cuéllar por pérdida de tiempo y un par de minutos después una jugada sin aparente peligro deriva en el segundo gol del Mirandés ya que Bernardo no acierta despejar y Docal toca lo suficiente para superar al portero rojiblanco.
Lo que parecía que iba a ser un partido plácido para los locales acabó convirtiéndose en el sufrimiento habitual para la parroquia rojiblanca porque el segundo gol de los burgaleses llegó cuando aún faltaban casi 20 minutos para el final.
Al final, el Mirandés no pudo lograr la remontada pero los aficionados acabaron pidiendo la hora en un partido en el que el Sporting ofreció sus dos caras habituales, algunos minutos de un gran juego y mucho más de desconcierto que dan vida a los rivales.
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